Imagina que has creado un nombre brillante para tu marca. Suena bien, es fácil de recordar y tiene una historia potente detrás.
Pero hay un problema: cuando intentas expandirte a otros mercados, descubres que en otro idioma suena extraño, tiene connotaciones negativas o, peor aún, ya está registrado por otra empresa.
Sí, el sueño del naming perfecto puede convertirse en una pesadilla si no se hace bien desde el principio.
En un mundo donde las marcas ya no tienen fronteras, crear un nombre con potencial internacional es un desafío estratégico que requiere conocimiento, investigación y, sobre todo, una buena dosis de previsión.
Aquí te contamos cómo asegurarte de que tu nombre de marca no solo funcione en tu país, sino en todo el mundo.
El desafío del naming global: más allá de la creatividad
Elegir un nombre atractivo no es suficiente. Un buen naming profesional debe cumplir con tres requisitos fundamentales para ser viable a nivel internacional:
Debe ser comprensible y fácil de pronunciar en distintos idiomas.
¿Recuerdas el caso de Mitsubishi Pajero en los países hispanohablantes? Un ejemplo clásico de cómo un nombre puede generar problemas cuando no se adapta culturalmente.
No debe tener connotaciones negativas o desafortunadas en otros países.
Pepsi se lanzó en China con el eslogan «Pepsi brings you back to life», pero su traducción en mandarín significaba literalmente «Pepsi devuelve a tus antepasados de la tumba». No es precisamente el mensaje más apetecible para una bebida refrescante.
Debe estar disponible legalmente en los mercados clave.
No hay nada más frustrante que encontrar el nombre perfecto y descubrir que ya está registrado en otro país. Los filtrajes jurídicos de marcas son un paso esencial para evitar demandas y problemas legales.
Por eso, muchas empresas recurren a una consultoría de naming especializada para asegurarse de que su nombre no solo es atractivo, sino también viable a nivel global.
Naming multilingüe: cómo evitar errores y conectar con cada mercado
Un buen naming internacional debe trascender barreras lingüísticas y culturales. Pero, ¿cómo lograrlo?
Uno de los métodos más efectivos es someter el nombre a filtrajes lingüísticos y culturales, donde expertos nativos analizan cómo suena y qué significa en cada idioma clave.
Un error común es traducir literalmente el nombre sin considerar matices culturales. Piensa en marcas como Coca-Cola, que adaptaron su nombre a caracteres chinos con un sonido similar y un significado positivo (可口可乐, que significa “sabroso y feliz”).
Si quieres profundizar en cómo evitar desastres lingüísticos, te recomendamos leer este artículo sobre errores comunes en el naming, donde explicamos casos reales y cómo prevenirlos.
El poder del sonido en un nombre internacional
No importa el idioma: la fonética juega un papel clave en la percepción de una marca. Un nombre con una estructura fonética fácil de pronunciar globalmente tiene muchas más probabilidades de éxito.
Las marcas tecnológicas suelen apostar por nombres cortos y con sonidos abiertos, como Google, TikTok o Tesla, que funcionan bien en cualquier idioma. Por otro lado, en sectores como la moda o la cosmética, se buscan nombres con cierta sofisticación fonética, como Chanel o Estée Lauder.
Si estás en el proceso de creación de nombres de marca, pregúntate:
- ¿Es fácil de pronunciar en diferentes idiomas?
- ¿Evita sonidos complicados o confusos?
- ¿Tiene un ritmo atractivo y memorable?
Un buen verbal branding no solo se centra en el significado de las palabras, sino también en cómo suenan y cómo se perciben emocionalmente.
Adaptar sin perder la esencia: el arte del rebranding internacional
A veces, una marca que funciona en un país necesita ajustar su nombre al expandirse globalmente. Es el caso de Burger King, que en Australia opera como Hungry Jack’s debido a problemas legales con el nombre original.
El rebranding estratégico puede ser la mejor opción si un nombre no encaja en un nuevo mercado. Sin embargo, este proceso debe hacerse con cuidado para no perder la identidad de la marca. Un ejemplo exitoso es Dove, que en Italia se llama «Dove», pero en España y América Latina mantiene su nombre en inglés porque se percibe como cosmética premium.
Si tu marca planea expandirse, es clave evaluar si tu estrategia de naming internacional necesita ajustes sin perder su esencia.
¿Cómo asegurarte de que tu nombre es globalmente viable?
Si quieres que tu nombre tenga éxito más allá de tus fronteras, aquí tienes algunos pasos clave:
- Haz un estudio lingüístico y cultural para asegurarte de que el nombre no tenga connotaciones negativas en otros idiomas.
- Realiza un filtraje jurídico para verificar su disponibilidad en los mercados objetivo.
- Evalúa la fonética y la pronunciación global para garantizar que sea fácil de recordar.
- Considera la percepción del nombre en diferentes culturas. ¿Suena premium, innovador, accesible?
Si quieres desarrollar un naming profesional que funcione en todo el mundo, contáctanos sin compromiso.
En Brand Intelligence te ayudamos a crear nombres que no solo sean creativos, sino estratégicamente sólidos para el mercado global.